jueves, 24 de febrero de 2011

Algo de verdadero valor


Si quieres prestarle algo de verdadero valor a alguien, préstale atención.

Cuando quieras comprender de verdad, presta sincera atención.
Prestando atención puedes aprender, puedes guiar, puedes construir relaciones duraderas con los demás y crear mucho valor. Si sermonear, rogar y argumentar no logran tu objetivo, prestar atención seguramente lo conseguirá.
Si, en un mundo tan superficial y lleno de distracciones, prestar absoluta atención puede ser difícil. Y aún así, cuantas más distracciones haya, más preciada y valiosa se tornará esa atención.
Ofrece a los demás algo que sea cien por ciento de ti. Dales el regalo de tu atención. Ay quienes pueden llegar a agradecer mas tu atencion y puedes llegar hasta ayudar .
Hay montones de personas a tu alrededor anhelando ser escuchadas, vistas, tenidas en cuenta y comprendidas. Prestándoles atención enriqueces tanto tu propia vida como la de ellos. Recuerda que a veces un poco de atencion hace el cambio, llega a salvar la vida de quienes piden a gritos un pequeño momento.
Aunque no tengas nada más para ofrecer, siempre puedes dar tu atención. Puedes tener la certeza de que será muy apreciada y bienvenida, iluminando a la vez tu entorno con una luz propia y especial."

Lo mas hermoso es que alguien te pueda escuchar con atencion pero lo mas dichoso es tener el don para saber aplicarla.

Alas de aire


Dos o tres veces te habré amado
antes de conocer tu rostro o tu nombre;
en una voz, en una llama informe,
a menudo los ángeles nos afectan, y aún así los adoramos;
como cuando me acerqué a tí
vi una espléndida y gloriosa nada.

Puesto que mi alma, cuyo hijo es el amor,
requiere de miembros de carne y hueso
o nada podría si ellos,
más sutil que el padre el amor no ha de ser,
sino también ha de encarnar un cuerpo;
por consiguiente, invoco quién y lo que eras,
y al amor conmino, en este mismo instante,
a que se aloje en tu cuerpo,
y en tus labios, ojos y cejas se instale.

En tal caso, como un ángel, con rostro y alas
de aire, no tan puro éste, pero que lleva puramente,
de este modo pueda tu amor ser mi angélica esfera.
Justamente igual diferencia,
como aquella que reina
entre la pureza de los ángeles y del aire,
como la que siempre existirá entre el amor
del hombre y de la mujer.