voy a aferrame al tiempo que tuvimos.
Alguna vez has intentado dormir con el corazon roto?
Qué pasa si descubres -casi sin quererlo- Que Dios no está, ni tu libertad ni tu propia alma ni lo eterno, que todo es solamente esto nada más que átomos que bailan como locos.
Qué pasa si descubres que la vida brotó del azar, que eres hijo del absurdo que caminas y no puedes ir más allá de tu propia muerte.
Qué pasa si descubres ¡por Dios si descubres! que el gran Mago de Oz era un viejo loco y tierno un ser común y silvestre a quien todos querían temer un invento, una hermosa leyenda que llenaba de esperanza a muchos hombres.
Qué pasa si descubres que después de esto nada.
Qué pasa si descubres que en realidad casi no existes, que eres una chispa que sube desde una sin igual fogata, que así como se encendió –hace millones de siglos– también se apagará sin saber.
Qué pasa si descubres todo esto y no quieres volver a mirar y lloras profundo y gritas sin voz.
¡Qué pasa, si por fin te rindes y como loco de remate sólo crees a pesar de tu descubrir oscuro! crees en la existencia de Dios de tu alma de tu propia libertad y del amanecer más allá de la noche!
Qué pasa si descubres muchas cosas y no te importa y te niegas a ti mismo tomas tu cruz verdadera y sigues al Hijo del Hombre con un grano de fe en mi sucio bolsillo.
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